Microaventura desde casa

En aras de probar nuevo material y con las ganas contenidas de salir a una aventura en bicicleta decidí aprovechar a realizar una microaventura desde casa. La idea de este artículo no es la ruta en sí, si no la posibilidad de montar una aventura desde la puerta de casa y con poco tiempo.

 

El recorrido

No disponía de mucho tiempo, una tarde y la mañana siguiente, pero sí de ganas de salir ahí afuera. Por eso no quería perder tiempo en coche yendo a sitios más alejados. Diseñé una pequeña ruta buscando un lugar de interés en el mapa que estuviese a la distancia que calculaba iba a poder asumir en el tiempo del que disponía, en mi caso unos 80 km para no ir forzado y disfrutar más.

Encontré en Google Maps un lugar marcado como «la cueva que llueve» a unos 45 km y dibujé un recorrido circular que me permitiera llegar y volver desde casa evitando asfalto. No llevaba marcado ningún punto de pernocta ya que iba con la tienda y dormiría donde surgiera.

 

Datos

• Kilómetros totales: 80,6 km
• Desnivel Acumulado Positivo: 1.010 m
• Desnivel Acumulado Negativo: 1.010 m
• Altura máxima: 867 m
• Altura mínima: 572 m

 

Etapa 1: Olmeda de las Fuentes – Almoguera

Distancia: 43,3 km / Tiempo: 3:19 h / Vel. media: 13,0 km/h / Vel. máx.: 46,3 km/h

Salí de casa algo más tarde de lo esperado por lo que luego casi se me echa la noche encima. En un principio quería llegar a «la cueva que llueve» ese mismo día, pero al ver que se me hacía tarde, y con ganas de poder disfrutarla de día, comencé a buscar un lugar de pernocta antes. Recorrí caminos que, a pesar de tenerlos cerca de casa, no me había dado por explorar. Finalmente vi salir corriendo un corzo de un pequeño claro y, al ir a explorar, la naturaleza me mostró el sitio ideal para pernoctar justo antes de oscurecer. La magia de la ruta.

 

Etapa 2: Almoguera – Olmeda de las Fuentes

Distancia: 38,3 km / Tiempo: 3:11 h / Vel. media: 12,0 km/h / Vel. máx.: 49,2 km/h

A la mañana siguiente el cielo estaba con bruma por lo que tuve que esperar para que el sol secara la tienda. Desayune y, tras recoger el campamento, proseguí camino en busca de la cueva. Era un pequeño agujero en la roca que se abría en una bóveda de cuyo techo había un continuo goteo. Bonita y curiosa, aunque menos espectacular de lo esperado. Aún así me alegré de haber venido a conocer esta pequeña curiosidad. El recorrido nuevamente me llevó por caminos desconocidos y tranquilos. Ya cerca de casa es cuando volví sobre caminos ya pedaleados.

 

La experiencia

Mi idea en esta ocasión era salir a probar material nuevo de bikepacking que me habían ido regalando y que aún no había tenido ocasión de probar. En concreto:

• Bolsa de manillar Newboler
• Bolsa de cuadro Newboler
• Bolsa de sillín Rhinowalk
• Cargo cage casero con bolsas Itiwit
• Tienda de campaña Naturehike Spider 1
• Hornillo ultraligero BRS
• Taza de titanio Lixada

material que analizaremos individualmente en futuros posts. En general, todo el material ha cumplido mis expectativas. Lo único que me ha dado problemas y no ha cumplido con su cometido fueron los acoples para portabidones con los que sujetaba los cargo cage a la horquilla. Aunque también es verdad que no están diseñados para este cometido…

 

Conclusiones

La ruta en sí ha resultado interesante, ha saciado hasta cierto punto la necesidad de salir ahí afuera en busca de aventuras. También me ha permitido explorar nuevos caminos que desconocía tan cerca de casa.

Así que no te lo pienses mucho, coge la bici y el equipaje y anímate a salir. No hace falta ir a la otra punta del mundo para vivir aventuras y experiencias nuevas. Con una microaventura desde casa puede ser suficiente para acallar (aunque sea por un rato) al monstruo que quiere que salgas ahí afuera.