Alto Tajo desde Zaorejas
Después de una temporada sin viajar en bicicleta volvemos a ensillar nuestras cabalgaduras para recorrer la zona del Alto Tajo desde Zaorejas. Esta ruta enlaza con el recorrido que hicimos de 4 días por Montañas Vacías, lo que permite crear una ruta uniendo ambas de una semana.
Para esta ruta nos hemos basado en el ruta bikepackera de Montañas Vacías, diseñando el recorrido con la aplicación Komoot, que facilita mucho la creación de rutas. Aunque en esta ocasión llevábamos también mapas de papel como principal soporte, sin embargo, en momentos puntuales no hemos podido evitar echar alguna miradita al móvil para decidir la dirección adecuada.
Como suele ser habitual viajamos en modo autosuficiente, disfrutando de la libertad que esta manera de viajar nos brinda.
El recorrido
Queríamos una ruta que fuera circular, unos 200 km para 4 días y no muy lejos de casa. El primer pensamiento fue el Parque Nacional de Monfragüe, aunque las elevadas temperaturas hicieron que cambiáramos de opinión para poder pegarnos algún chapuzón en el Tajo. El tramo junto al Tajo ya lo conocía de una anterior ruta, y sabía que la posibilidad de un baño existía.
En la ruta coincidimos con numerosas rutas señalizadas, algunas de ellas son:
- Camino Natural del Tajo: www.mapa.gob.es
- Camino Natural del Júcar
- GR-66 – Sendero Castellano-Manchego
- GR-160 – Camino del Cid: www.senderosgr.es y www.caminodelcid.org
- Cañada Real de Rodrigo Ardaz
Datos
- Kilómetros totales: 208,9 km
- Desnivel Acumulado Positivo: 3.625 m
- Desnivel Acumulado Negativo: 3.625 m
- Altura máxima: 1.636 m
- Altura mínima: 923 m
Etapa 1: Zaorejas – Refugio de Valsalobre
Distancia: 25,8 km / Tiempo: 2:20 h / Vel. media: 11,0 km/h / Vel. máx.: 25,8 km/h
Arrancamos la ruta en Zaorejas, saliendo por la carretera CM-2015 hacia Villanueva de Alcorón. Seguimos a continuación una pista por la que llegamos a la carretera CM-2101 y hacemos una visita a la Sima de Alcorón y su refugio libre. El refugio es sencillo, no dispone de camas, y tiene un área recreativa con mesas. La sima es un pozo natural de más de 60 metros de profundidad al que se puede acceder por una escalera. Es preciso llevar luz y no está demás un abrigo, ya que en su interior se nota un descenso considerable de la temperatura, sobre todo en los días calurosos.
Continuamos camino para llegar al refugio de Valsalobre con su característica torre donde pasaremos la noche. El refugio tiene dos habitaciones, una pequeña con mesa, litera y chimenea, y otra mayor con mesa y dos literas, y está en buen estado.
Etapa 2: Refugio de Valsalobre – Tragacete
Distancia: 55,6 km / Tiempo: 5:25 h / Vel. media: 10,2 km/h / Vel. máx.: 57,3 km/h
Antes de partir nos encontramos con un chico italiano que también está recorriendo Montañas Vacías, y con el que volveremos a coincidir más adelante, incluso recuperando una sandalia que se le había caído en una bajada y que luego le pudimos devolver. Pasamos por Valsalobre, Beteta y El Tobar, visitando la Laguna Grande, para llegar a Santa María del Val donde paramos a comer. Aquí coincidimos con un albañil que nos habla de la problemática de la despoblación de esta zona.
Tras el descanso proseguimos nuestro camino para llegar a Tragacete donde haremos noche.
Etapa 3: Tragacete – Refugio Fuente de los Vaqueros
Distancia: 64,7 km / Tiempo: 6:29 h / Vel. media: 9,9 km/h / Vel. máx.: 56,8 km/h
Partimos de Tragacete tras haber desayunado en el bar de la piscina unos deliciosos alfajores argentinos caseros y habernos despedido del ciclista italiano, al que nos volvimos a encontrar, y que continuaría el recorrido de Montañas Vacías. Nosotros, en cambio, comenzamos el camino de vuelta por el atajo que nos lleva a cruzar el Puerto de El Cubillo, que ya cruzamos en dirección contraria en nuestra anterior ruta por Montañas Vacías.
Tras bajar el puerto pasamos por el refugio Forestal de El Monolito para dirigirnos dirección Guadalaviar, aunque pronto abandonamos esa carretera para coger una pista que nos lleva hacia Checa. Cruzamos el Tajo por el Puente de las Tres Provincias siguiendo el Camino Natural del Tajo para seguir avanzando hasta desviarnos hacia la Ermita de San Lorenzo. Junto a la ermita nos encontramos un refugio pequeño y limpio (mientras más inaccesible es algo, mejor se conserva). Aquí comemos y nos percatamos de que no hemos calculado demasiado bien las reservas de agua, ya que andamos escasos y la debemos controlar, teniendo también en cuenta el calor que está haciendo. Seguimos el camino que nos llevará hasta Checa, donde cenamos y nos dirigimos al refugio de la Fuente de los Vaquerizos, donde ya pernoctamos en el viaje a Moncófar. Sin embargo, esta vez dormimos en la antesala, ya que la habitación está repleta de moscas. Dado el calor duermo solo con la mosquitera de la tienda, lo que me permite ver un murciélago que comparte conmigo techo, como ya nos sucediera en la anterior ocasión.
Etapa 4: Refugio Fuente de los Vaqueros – Zaorejas
Distancia: 76,5 km / Tiempo: 7:10 h / Vel. media: 10,6 km/h / Vel. máx.: 60,6 km/h
Nos despedimos del refugio y enfilamos Chequilla, que nos sorprende con sus formaciones rocosas de arenisca roja. Tras visitar el pueblo lo abandonamos por una pequeña carretera que nos llevará hacia Peralejos de las Truchas tras una fuerte subida y una divertida bajada. Desayunamos y nos encontramos con bikepackers que también están haciendo la ruta. Desde aquí seguimos el curso del río Tajo, permitiéndonos pegarnos un baño para refrescarnos en lo que anunciaban una ola de calor. También compruebo que el puente colgante que cruza el Tajo está abierto, ya que en mi anterior paso por aquí me tocó vadear el río. Siguiendo el descenso, con puntuales picos en el camino, del río llegamos a la carretera, que en suave pero constante ascenso nos devolverá a Zaorejas, punto final de esta ruta.
Recomendaciones
Como ya descubrimos en anteriores ocasiones, Montañas Vacías es una ruta que es sinónimo de naturaleza y soledad. Es una ruta solitaria, en la que apenas pasaremos por pueblos y no siempre será posible conseguir alimento o bebida, por lo que es importante calcular bien las provisiones (como pudimos comprobar en nuestras propias carnes de camino a Checa). Si se puede, es de agradecer que se consuma en los pueblos de paso para dejar nuestra huella en la economía local. En los días calurosos el Tajo es una buena opción para refrescarse. Para pernoctar podemos valorar la posibilidad de los refugios libres, en muy diferente estado de conservación, los que encontramos junto al Tajo sólo merecen ser usados en caso de emergencia (lamentablemente).
En general, la ruta del Alto Tajo desde Zaorejas es exigente, no indicada para iniciarse en viajes cicloturistas a menos que tengamos un buen nivel físico y buena capacidad de adaptación, pero digna de ser recorrida por sus paisajes, su naturaleza y su soledad.