Viajar en bicicleta con niños

Viajar en bicicleta con niños

18/02/2019 2 Por ritmos

Viajar con nuestros hijos es uno de los grandes placeres de la vida. Y viajar en bicicleta con niños se puede convertir en una experiencia única, si lo sabemos gestionar adecuadamente. Esperando además el libro de la familia Supertrump sobre su «Vuelta a Europa en trike, viajando con niños» toca un artículo sobre cicloturismo con niños. Aquí explicamos lo que según nuestra opinión y nuestra experiencia debemos tener en cuenta para que el viaje sea inolvidable, lo que les hará querer repetir muchas veces.

Las cinco reglas de oro

  • Tener paciencia: Como en todo lo que a los niños se refiere, hay que saber lidiar con ellos con paciencia. No podemos dejarnos llevar por nuestro cansancio o por nuestros agobios.

  • Hacer descansos e ir al ritmo de los niños: Los niños se cansan más rápido que nosotros de la monotonía, por eso está bien permitirles ir variando. Por ejemplo, un rato en remolque, otro rato pedaleando en su propia bici, una parada para ver un animalito y otra para hacer unas fotos, etc.

  • Planear finales de etapa, poco desnivel y lejanía de tráfico, al igual que paradas en lugares de interés: Debemos planificar donde vamos a pernoctar con mayor precisión que si viajamos solos. La ruta debería discurrir alejada del tráfico y con desniveles comedidos. También conviene buscar lugares de interés para los niños, zonas de juego o sitios que puedan resultar de especial interés para ellos.

  • Que participen en la organización y en el viaje: Una buena forma de que se interesen y se impliquen en el viaje es hacerles partícipes desde un principio. Que participen en la organización y preparación del viaje lo hace más atractivo para ellos. Además luego van descubriendo los lugares que vieron en el mapa, lo que resulta fascinante. Igualmente durante el viaje se pueden implicar, llevando su equipaje, ayudando a poner la tienda, a preparar la comida, etc.

  • Parar si no quieren seguir: Si un niño se ofusca durante el viaje y no quiere seguir, hay que saber lidiar con ello. Debemos proponerles objetivos de interés, tomarnos un día de descanso, o, si no queda otra opción, finalizar el viaje. Desde nuestra opinión, es mejor acabar un viaje pronto que no crearles una manía a los niños que al final va a llevar a que no disfruten de la actividad.

Conclusiones

Un viaje en bicicleta, con el ritmo calmado que nos permite llevar, puede ser una maravillosa oportunidad de disfrutar de nuestros hijos. Pero tenemos que saber hacerlo atractivo para ellos y nunca obligarles «a las malas» con lo que incluso podría pasar que le cojan manía a viajar en bici.

Viajando en bicicleta con niños

Viajando en bicicleta con niños – logística aumentada

Aumenta la logística y el equipaje, añadimos su ropa y algún juguete, sacos y esterillas. Además del remolque o algún sistema para llevarlos, como FollowMe, Trailgator o Weehoo.

Viajando en bicicleta con niños

Viajando en bicicleta con niños – comiendo junto a una ermita

En esto, como en todo, hay que dejarse llevar por el sentido común. Debemos tener una mayor planificación que cuando viajamos sin ellos, un plan B por si las cosas no salen como esperábamos y una sonrisa al final del día. Ellos aguantan más de lo que esperamos si sabemos animarlos. Viajar en bicicleta con niños es fácil, lo difícil es saber hacerlo bien.

Cicloviajeros con niños: