Sistemas antipinchazos

Hoy vamos a hablar de los diferentes sistemas antipinchazos que podemos encontrar en el mercado. Especificaremos su eficacia y el mantenimiento necesario para mantenerlo siempre a punto. Sin embargo, no hay ningún método que nos pueda asegurar al 100% que nunca tendremos problemas, excepto las cubiertas sólidas.

Los sistemas antipinchazos suelen añadir peso al conjunto, por lo que hay que valorar hasta que punto interesan. En nuestro caso, que viajamos con más o menos peso, pero cargados, algo más de peso por evitar pinchazos no debería resultar un inconveniente. Más aún, si valoramos que para arreglar un pinchazo habitualmente habrá que quitar parte del equipaje de la bicicleta para poder acceder a la rueda.

 

Sistemas antipinchazos sólidos

Cubiertas antipinchazos

Se trata de cubiertas con mayor grosor en la banda de rodadura. Se usan como cubiertas normales y no precisan ningún mantenimiento especial. También nos podemos fijar en el dibujo de la cubierta, que mientras más cerrado lo tenga menor posibilidad de pinchar presenta, aunque en contra también tienen menos adherencia en terrenos de firme suelto.

Bandas antipinchazos

Son una banda de poliuretano, aramida, grafeno o cuero que se introduce en el interior de la cubierta en la banda de rodadura, dificultando que cualquier objeto punzante pueda llegar a la cámara. Hay que fijarse que el tamaño de la banda se ajuste a la medida de nuestra cubierta. También es importante que quede bien colocada y que la presión de nuestra rueda sea la adecuada, ya que de lo contrario la propia banda podría pellizcar la cámara. El mantenimiento que precisan a cambio es nulo. Este método es el que más fácilmente se puede realizar con elementos caseros como botellas de plástico, cinturones de seguridad, cámaras viejas, periódicos, etc., con diferente nivel de efectividad. Nosotros hemos hecho nuestra propia banda antipinchazos sobre la que hablaremos en un futuro post cuando hayamos comprobado su eficacia.

Insertos de espuma

Consisten en un relleno de espuma que ocupa parte del espacio entre la cubierta y la cámara. Los hay que rodean la cámara por completo y la protegen de pinchazos y pelliscos. Estos insertos, además, impiden que, en caso de pinchazo, la rueda se deshinche por completo, permitiendo seguir la marcha hasta llegar a un sitio adecuado para realizar la reparación.

Cubiertas sólidas

Estas cubiertas están fabricadas en aither y no precisan aire, por lo que no se pueden pinchar. Hay diferentes tamaños y durezas. Son bastante más laboriosos de colocar que unas cubiertas normales, pero una vez puestas no las tienes que volver a desmontar hasta que las vayas a cambiar. Al no tener la cámara de aire para amortiguar, las ruedas absorben algo peor las irregularidades del terreno. Con el uso también se van ablandando y no se puede regular su dureza como con una rueda hinchable. Eso si, no volveremos a pinchar y no precisan mantenimiento.

Sistemas antipinchazos líquidos

Cámaras antipinchazos

Las cámaras antipinchazos se colocan igual que una cámara estándar. Su diferencia estriba en que su interior contiene líquido antipinchazos que es capaz de sellar pequeños orificios al salir por ellos. Este líquido al sellar los pinchazos se va perdiendo y debe ser rellenado. Además, es necesario girar la rueda al menos una vez por semana para que el líquido no se seque y se apelmace. Una vez al año hay que cambiar las cámaras ya que el líquido pierde su eficacia. Hay cámaras que vienen con líquido o se puede meter líquido por la válvula. Prestar atención a que el líquido sea para cámara al ser este diferente del usado en sistemas tubeless.

Cubiertas tubeless

En este montaje ya no necesitamos cámara al ir la cubierta montada directamente sobre la llanta. La llanta debe ser apta para tubeless y estar preparada para este montaje, con el fondo de llanta bien aislado para evitar la pérdida de aire. La cubierta, igualmente, debe ser tubeless ready. En su interior se introduce líquido antipinchazos que precisa de un mantenimiento similar al de las cámaras antipinchazos, teniendo en cuenta de girar la rueda con regularidad para que no se seque y cambiando el líquido por completo cada 6 meses. La cantidad de líquido que se introduce depende del tamaño de la rueda. El líquido sella pequeños agujeros en la cubierta, otros de mayor calibre se rellenan con una mecha de caucho y luego se repone el líquido. En el peor de los casos siempre se puede montar una cámara para salir del paso.

Conclusiones

De los sistemas antipinchazos existentes siempre es aconsejable llevar alguno para evitar molestos pinchazos. Para viajar en bicicleta, en nuestro caso, una cubierta con el dibujo cerrado, como la Schwalbe Marathon Plus Tour, ha resultado casi siempre suficiente. Si, por nuestro tipo de viaje, necesitamos ruedas con tacos más pronunciados, una banda antipinchazos puede ser una buena opción. Incluso podemos combinarlo, por ejemplo, con una cámara antipinchazos.

Lo importante es que sea eficaz y sencillo de arreglar en cualquier parte, con el menor mantenimiento posible en ruta.

¿Conocéis otros sistemas antipinchazos? ¿Usáis alguno?