Ropa – la teoría de las capas
La teoría de las capas es un clásico dentro de la vestimenta en deportes de montaña. También se llama la teoría de las 3 capas, que es el número de capas de ropa que se aplican para conseguir una óptima protección. Se pueden combinar las capas entre sí, dependiendo del efecto que se quiere conseguir o de la necesidad de protección que se tenga en cada momento, y con esto sabemos la ropa que no nos puede faltar en el equipaje.
Con las capas se pretende obtener un máxima posibilidad de protección frente a las inclemencias ambientales con la menor cantidad de ropa.
Las 3 capas
La teoría de las 3 capas consiste básicamente en llevar capas con diferentes funciones de protección:
- Primera capa: es la que llevamos pegada al cuerpo y su función es alejar la humedad producida por el sudor de la superficie de la piel, evitando de esta manera que nos enfriemos. En esta capa se usan camisetas técnicas y térmicas, según la temperatura exterior.
- Segunda capa: su función es la de mantener el calor corporal, se utilizan prendas que mantienen el aire caliente que desprende nuestro cuerpo en su tejido, evitando que se escape el calor, pero permitiendo la evacuación del sudor, en la medida de lo posible. Para lograr este cometido podemos utilizar chaquetas o chalecos tipo forro polar o softshell.
- Tercera capa: esta capa sirve para aislarnos del medio externo, manteniendo nuestro calor, protegiéndonos del viento y la lluvia. Para esto se utilizan chaquetones, cortavientos y chubasqueros.
Combinando estas tres capas nos podemos aislar prácticamente en cualquier situación de los factores ambientales, tanto cuando estamos haciendo ejercicio como cuando estamos en reposo. Nosotros añadimos una cuarta capa según las necesidades que tengamos, por ejemplo, con mucho frío y lluvia en reposo usamos camiseta térmica, softshell o forro polar, chaqueta y chubasquero. Si hace calor usamos únicamente la primera capa, y si llueve y hace calor añadimos la tercera omitiendo la segunda.
Otras consideraciones
Es importante quitarse la ropa sudada cuando se finaliza el ejercicio para no coger frío, al igual que llevar siempre abrigo a mano para usarlo cuando nos detenemos.
Las piernas pierden menos calor por lo que con dos capas generalmente es suficiente, una malla térmica y un pantalón suelen bastar, aunque en caso de lluvia se puede añadir un pantalón impermeable.
Para evitar también perdidas de calor es muy importante cubrirse bien las extremidades, pies, manos y cabeza, ya que por ahí se pierde mucho calor, y por muy bien abrigados que estemos, si no protegemos estas zonas la sensación de frío nos invade irremediablemente.
Siguiendo la teoría de las capas que hemos explicado conseguimos la protección adecuada para cada ocasión, lo que es fundamental para poder disfrutar de nuestro viaje en bicicleta sin sufrir por las condiciones ambientales.